Nació en la Argentina y se crió en los EE.UU. Participó en cuatro Juegos Olímpicos de Invierno, pero no sabe esquiar ni patinar

A los 21 años de edad, cuando vivía en Houston, que es una ciudad caliente y húmeda, Rubén decidió que quería competir en los Juegos Olímpicos. Eligió el deporte brutalmente difícil de luge (trineo). Cuatro años y unas cuantas quebraduras más tarde, Rubén estaba compitiendo contra los mejores del mundo en los Juegos Olímpicos de Calgary 1988.

En 1992 compite en los Juegos Olímpicos de Albertville, en 2002 compite en Salt Lake City, y en 2010 en Vancouver a sus 47 años. Hoy Rubén vive en las montañas de Colorado, y aunque todavía no sabe ni esquiar ni patinar, por lo menos aprendió el deporte de snowboard.

Rubén es amante de aventuras: corrió con los toros en Pamplona, España; escaló el Kilimanjaro, la montaña más alta de África; ha volado haciendo acrobacias aéreas en un avión de la Segunda Guerra Mundial sobre el Océano Pacífico; en Sudáfrica saltó de un avión en paracaídas; después de una presentación en un hotel en Houston bajó desde 23 pisos haciendo rappel.

El tema de los Juegos Olímpicos de Salt Lake City era “Encender la Luz de Inspiración en los Demás.” Se trataba de inspirar a la gente a realizar sus sueños. Rubén fue seleccionado para correr con la antorcha Olímpica durante los juegos de Salt Lake City debido a su historia Olímpica inspiradora.

Después de conocer la historia de Rubén, la gente se inspira para hacer frente a sus miedos. Después de oír las presentaciones de Rubén, la gente piensa, “Si ese tipo pudo llegar a los Juegos Olímpicos, entonces yo puedo hacer cualquier cosa!”

Autor de varios libros, entre ellos: “El coraje de triunfar”; “Vuélvase imparable”; “Sueño, lucha, victoria”.

Rubén dona el 100% de las ganancias de la venta de sus libros para construir bibliotecas en los países del Tercer Mundo. Ha construído bibliotecas en Vietnam, India y Sudáfrica.